JOSÉ ANTONIO VENTURA SOSA
Los empresarios y el directorio ejecutivo, deben ser observadores, con las actitudes de los empleados, dentro y fuera de sus empresas, aunque hayan aprobado las evaluaciones psicológicas y del comportamiento social.
ALERTAS:
- Comportamiento social inusual o no acostumbrado del empleado <que podría estar motivado, por problemas con sus compañeros de trabajo o causados por problemas económicos de él o de su familia>.
- Cambios en el estilo de vida del empleado <en sus hábitos de consumo y gastos innecesarios e injustificados>.
- Resistencia al cambio de los procesos tecnológicos <por probables modus operandi, que le permitían acceso a información privilegiada, para el ocultamiento de irregularidades>.
- Incumplimientos de los protocolos informáticos <accediendo a información confidencial, que no corresponde al cumplimiento de sus responsabilidades laborales>.
- Irregularidades reiteradas <con omisiones intencionales y no intencionales, faltantes, duplicidad en los registros de los documentos contables>.
- Incumplimientos reiterados de las normas de control interno de la empresa <rebeldía intencionada o no intencionada, para lograr sus objetivos personales>.
- Cambios en su comportamiento emocional <como el aislamiento y estado de ánimo sin causa aparente o actitudes defensivas para todo>.
- Solicitud de permisos reiterados, para ausentarse del trabajo, pero sin causa aparente <son síntomas de deslealtad y un bajo sentido de pertenencia con la empresa>.
- Solicitudes reiteradas de anticipos a sueldos o préstamos a la empresa <son síntomas desesperados y previos, a cometimientos indebidos, más aún, cuando tenga acceso a recursos monetarios de la empresa>.
- Muestre envidia y codicia, por lo que otros han logrado en su estatus social y económico<porque podría despertar el vicio del igualamiento, sin tener el poder adquisitivo para lograrlo>.
ANTE TODO MIREMOS A NUESTROS EMPLEADOS